viernes, 13 de mayo de 2011

BAYER


Fruto de una fuerte presión popular, Bayer retiró del mercado varios productos de clase 1 como el Metil y el Etil Paratión, Monocrotopos, Metil oxidemetón, Metil azinfos, Amitraz y Triclorfón. Hace únicamente seis meses que Bayer se comprometió a dejar de distribuir el plaguicida Endosulfán a finales de 2010. Esta decisión se tomó tras varios años de campañas a escala global contra este imperecedero plaguicida, vinculado al autismo, a las malformaciones congénitas y a los trastornos en el aparato reproductivo masculino, así como a la muerte y a lesiones graves de aquellos granjeros que entraron en contacto directo con el producto. Se podría reducir de forma significativa el número de víctimas mortales si se dejaran de vender TODAS las sustancias de clase 1. 
La Coordinación contra los peligros de Bayer reclama igualmente el veto inmediato del herbicida Glufosinato y la suspensión de todas las autorizaciones otorgadas a las cosechas resistentes al Glufosinato. Un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria plantea que el Glufosinato entraña grandes riesgos para los mamíferos. La sustancia queda clasificada como reprotóxica. Los experimentos en laboratorio con ratones demuestran que causa nacimientos prematuros, muerte intrauterina y abortos. El Parlamento Europeo votó el año pasado a favor de prohibir los plaguicidas clasificados como carcinogénicos, mutagénicos o tóxicos para la reproducción. No se renovarán los permisos a 22 sustancias, entre las que se encuentra el Glufosinato. 
Por Dr. Juan Carlos Piola. 
 
Los plaguicidas son productos químicos empleados para matar plagas (insectos, hongos, malezas, roedores, etc.) que dañan las cosechas o causan enfermedades. 
Estos productos químicos matan por interrumpir o cambiar procesos vitales normales de la plaga. 
La intoxicación puede también producirse en el hombre y causar diversos grados de enfermedad o la muerte. Por esta razón los plaguicidas deben manipularse con gran cuidado. 

¿Cómo pueden entrar al cuerpo humano? 
Para que los plaguicidas causen enfermedad o muerte en una persona, tienen que penetrar en el cuerpo. 
Las principales vías de entrada son: 

1.PIEL: es la más frecuente, ya que la contaminación de la piel puede producirse fácilmente y a menudo pasa inadvertida. 
Ese contacto con la piel puede ser la consecuencia de: 
Verter o salpicar sobre la piel un plaguicida durante su manipulación. 
Llevar ropas, guantes, sombreros, botas o medias que tengan plaguicidas. 
Limpieza o manipulación de equipos que tengan plaguicidas. 
Rociamiento accidental, ya sea directo o por desviación desde el campo vecino. 
El peligro que los plaguicidas atraviesen la piel es máximo cuando: 
la temperatura ambiente es alta 
la piel está húmeda 
La piel no está intacta 


2. PULMONES: el ingreso por los pulmones puede producirse: 
Durante la mezcla y preparación de plaguicidas para el rociamiento. 
Durante el rociamiento. 
Al penetrar o permanecer en una zona tratada antes de que el polvo se deposite o el líquido rociado se seque. 

3. TUBO DIGESTIVO: aunque la mayoría de las personas no tomarán deliberadamente un plaguicida, pueden hacerlo: 
Al consumir alimentos o bebidas que se hayan contaminado por haberles caído plaguicidas o por estar almacenados cerca de plaguicidas. 
Al consumir alimentos o bebidas que se hayan preparado o almacenado en envases vacíos de plaguicidas. 
Al manipular y comer alimentos con manos que estén contaminadas con plaguicidas. 
Al tocarse la boca con manos contaminadas. 

4. OJOS: los plaguicidas pueden penetrar el organismo por los ojos y producir efectos generales. También pueden provocar daños locales, a veces permanentes. 
Los compuestos órgano-fosforados son utilizados en la agricultura para matar los insectos y plantas nocivas que atacan a los cultivos. Su uso se remonta a décadas atrás y ellos permitieron en gran medida el crecimiento exponencial de la cantidad recogida en nuestras cosechas. Se utilizaron en una época donde no se conocía mucho la interdependencia de todas las especies. 

El uso de estos compuestos eliminó a muchos insectos, incluso aquellos que no atacaban a los cultivos pero que eran la base de la alimentación de las aves y otros animales. Estos compuestos tóxicos por lo tanto también envenenaron a los animales que se alimentaban de los insectos. La cadena alimenticia se afectó en todos sus niveles, incluso se pudo seguir su trazas hasta la leche materna de las mujeres en las áreas de exposición. 

Estos compuestos se filtraron al subsuelo y fueron arrastrados por las aguas hasta los ríos, lagos y mares; también afectaron los depósitos subterráneos de aguas y la vida acuática. En áreas extensas se han eliminado las aves y las ranas, en algunos casos sus tasas de reproducción han descendido mucho y en otros casos se presentan alto número de malformaciones en los recién nacidos de estas especies. 

El descubrimiento de estos efectos dañinos tan generalizados llevó a la promulgación de leyes que prohíben su uso en los países desarrollados o del primer mundo pero, en los países subdesarrollados continúan fabricándose y usándose. Lo trágico de la situación es que lo fabrican las compañías subsidiarias de aquellas del mundo desarrollado y que bien saben que estos compuestos no deben usarse. 
El público en los países subdesarrollados no recibe información adecuada acerca del peligro de estos compuestos, pues en la mayoría de los casos esta información no es divulgada por los gobiernos ni medios de comunicación. Como ejemplo diremos que la mayoría de la información inmediata contenida en las etiquetas está en idiomas diferentes al idioma regional. Además en muchos casos lo utilizan trabajadores que no saben leer. 

Adicionalmente, al peligro ambiental que representan, también, esporádicamente, ocasionan cuadros agudos de intoxicación en las personas expuestas, principalmente campesinos y sus niños. 
Los efectos 

Estos compuestos órgano-fosforados ejercen su acción al impedir la actividad de una enzima llamada colinesterasa que es la encargada de destruir un mensajero químico del sistema nervioso que se llama acetilcolina. Aunque el papel de la acetilcolina es muy importante al ser el mensajero químico entre las uniones de las células nerviosas y de esa manera las comunica y les permite acciones sincronizadas entre ellas, debe ser destruida al terminar su misión pues de otra manera su acción estimuladora continuaría de manera perpetua. 

Ahí es donde entra la enzima colinesterasa destruyendo al mensajero químico acetilcolina, que ya cumplió su papel. Los compuestos órgano-fosforados inhiben la acción de la colinesterasa y por tanto se acumulan niveles exagerados de acetilcolina que producen funciones anormales del sistema nervioso y que producen la muerte. 

En los humanos intoxicados los síntomas suelen ser trastornos visuales, vómitos, diarrea, dolor abdominal, convulsiones, salivación, lagrimeo, pupilas pequeñas, dificultad respiratoria, coma y finalmente la muerte. Los exámenes comunes de laboratorio no aportan datos específicos pero al medir los niveles de la colinesterasa se obtienen niveles disminuidos de su actividad lo que permite fundamentar el diagnóstico. Existen medicamentos que mejoran la acción de la colinesterasa pero suelen tener efectos secundarios y un perfil de seguridad clínico que los hacen ser peligrosos por sí mismos. Algunos pacientes requieren el uso de aparatos que realizan la función respiratoria (respiradores automáticos). 

Cantidades tan pequeñas como dos miligramos de los compuestos órgano-fosforados han producido la muerte de humanos. Como medida de comparación y para que te des cuenta de cuán venenosos son estos productos químicos te recuerdo que una cápsula de antibióticos usualmente tiene 500 miligramos del medicamento y puedes ver que este peso es casi imperceptible a la mano desnuda. 


Adicionalmente puedo decir que los órgano-fosforados no son los únicos plaguicidas que existen, pero todos tienen niveles semejantes de toxicidad y peligro para el ambiente, y para los humanos específicamente pues algunos se han asociado a la aparición de cánceres, leucemias y linfomas. 

¿Te parecería correcto que las autoridades tomaran medidas para prohibir o limitar el uso de estos compuestos en nuestro país? 

ue es la Dioxina?
a. Resumen histórico de la Dioxina.
A principios de los años 40’s, unos investigadores aíslan la hormona que controla el crecimiento de las plantas, de los cuales reproducen la molécula de manera sintética. Constatan que inyectada en dosis débiles, la hormona artificial estimula el desarrollo vegetal y que en dosis fuertes, provoca la muerte de las plantas. Sin embargo, la síntesis de esta hormona artificial libera productos tóxicos derivados de la dioxina TCDD, las más tóxica para el hombre y el Medio Ambiente.
Este descubrimiento será utilizado por Monsanto por la creación de su herbicida el “Agente Naranja”, utilizado por el ejército Norteamericano de 1961 a 1971, para la defoliación de la selva vietnamita durante la guerra. Esta molécula tóxica se volvió tristemente célebre el 10 de julio de 1976, en lo que quedó para la historia como “el desastre de Seveso” en Italia.
Frente a la amplitud del desastre, los responsables de la empresa Hoffmann-La Roche son obligados de revelar el agente responsable: se trata de la Dioxina, un producto derivado de la fabricación del herbicida 2,4,5-T, un agente químico también producido por Monsanto. Hasta esta fecha, era poco conocido del público y era “un secreto de laboratorio”.

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